domingo, 16 de diciembre de 2012

ORTO-ESCRITURA


Escrito por: RAFAEL PERALTA ROMERO (rafaelperaltar@hotmail.com)
Definitivamente, en el comercio de carnes, está prohibido el verbo morir. Los animales que sirven de alimento a los humanos son sacrificados o matados, pues si fueran muertos se corre el riesgo del rechazo del mismo, o que el precio  tenga que acomodarse a esa poca demanda.
De  ahí que hemos acuñado la expresión “a precio de vaca muerta”. Y dígame usted ¿quién que vende carne por libras no vende las vacas muertas? Pero comprador y vendedor parten de que la vaca  no es “muerta”  sino “matada”. Y de verdad es así, pues de lo contrario tuviéramos permanentes especiales en los precios de la carne.
Lo que a veces se vende a precio de vaca muerta son los bienes del Estado, sobre todo si el comprador es un relacionado de quienes administran esos bienes.
Comer un animal muerto es un estigma. Bien  recogió ese sentir el merenguero Toño Abreu  -principios del siglo XX- quien compuso el tema
Cabo ‘e Vela:  “La gente de Cambronal/ son gente que comen tó;/ se comién’ a Cabo ‘e Vela / sin saber de qué murió”.
El problema está en que no se sabe de qué murió ese buey,  pero se lo comieron. De  este merengue,  incluido en la antología de los cien años del grupo León Jimenes,  se   dice que  “ha perdurado en el gusto popular a lo largo de varias generaciones” . Antonio Abreu nació en La Joya, Santiago, el  28 de abril de 1883.
Las ilusiones
Aunque el tema “Lágrimas negras”  se canta, se baila y se vende a precio de  filete de vaca  “matada”,  no “muerta”, cuenta la historia de cómo alguien –claro, una mujer-  “ murió” las ilusiones del artista cubano.Aunque tú me has dejado en el abandono
Aunque tú has muerto todas mis ilusiones
En vez de maldecirte con justo encono
en mis sueños te colmo   de bendiciones.
Al compositor se le ocurrió – y no por ignorancia- usar el participio  del verbo morir (muerto) cuando tenía que emplear el del verbo matar (matado).  A ritmo de son o de bolero,  el tema es cantado y bailado por mucha gente,  sin que se someta a ningún juicio al autor por otorgar al verbo morir el valor semántico  correspondiente a  matar, como hacen los  polleros dominicanos que venden  “pollos vivos y matados”.
No es verdad que los artistas tienen licencia para estropear el idioma. A veces será necesario acortar una palabra o una expresión para ajustarla a un ritmo en el caso de las canciones.  Pero matado y muerto son prácticamente de la misma extensión, donde cabe una cabe la otra. De modo que el tema pudo cantarse así: Aunque tú me has dejado en el abandono / aunque tú has matado todas mis ilusiones…
Matamoros sabía que nadie “muere” a otro, que esa acción sólo se ejerce sobre sí mismo.

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